¿Por qué integrarme a una Célula?

 

 

Una de las experiencias maravillosas que he experimentado en mi iglesia es la capacidad de sentirme en comunidad, en familia. Nuestra iglesia luterana Cristo Rey siempre optó por generar un ambiente en el que todas las personas, sin importar su origen o sus condiciones, pudieran sentirse acogidas y acompañadas, pero donde también pudieran compartir con otros sus propias inquietudes, sus alegrías, dudas, tristezas y esperanzas. ¡Necesitamos estar junto a otros hermanos y hermanas que nos acompañen a caminar en la fe en Jesús!

 

Hace años nacieron estos espacios. Está la Liga Femenina en la cual las mujeres de la iglesia se reúnen cada lunes por la tarde para leer el evangelio del siguiente domingo, compartir sus experiencias cotidianas y orar juntas. También existió durante un tiempo lo que llamábamos Desayunos de Caballeros, organizados por hombres para hombres los segundos sábados de cada mes por la mañana; con el paso del tiempo hemos renovado el formato renombrándolo Desayunos Luteranos, de modo que no solo participen hombres sino también mujeres y demás público en general, así cada segundo sábado de mes servimos una larga mesa de desayuno al público e invitamos a personas relevantes a que nos hablen sobre temas de interés general (iglesia, política, ecología, etc), este nuevo formato está dando estupendos resultados.

Pero a nivel más doméstico nuestra iglesia cuenta con lo que llamamos Células. Por definición las Células o Grupos de Vida son iglesias domésticas, pequeñas comunidades (no más de 12 personas), en las que los hermanos y hermanas tienen la oportunidad de congregar una vez a la semana para realizar devocionales, estudios bíblicos, compartir experiencias de fe y orar. Estas células son un alivio para aquellas personas que buscan algo más en la iglesia y necesitan «recargar las pilas espirituales» a mitad de semana.

Solemos reunirnos un día entre semana al atardecer, siempre en la misma casa hospedera (es decir, en casa de algún miembro de la iglesia que gentilmente se ofrece para acoger la Célula), servimos una pequeña merienda, cantamos himnos, hacemos una lectura bíblica (usualmente la comunidad lee por orden un libro de la Biblia por temporadas y lo comentamos entre todos), luego hablamos de nuestro día a día, de nuestras experiencias, oramos unos por otros y por nuestro mundo. ¡Es muy agradable ver cómo una hora de comunidad puede pasar tan rápido! Muchas veces las personas optan por permanecer un rato más en casa charlando de otros temas o pidiendo consejo espiritual.

Nuestra iglesia cuenta hoy con dos Células en la ciudad de Lima. Una, ubicada en el distrito San Borja, se reúne cada martes a partir de las 7pm. La otra, ubicada en el distrito de Miraflores, se reúne cada jueves a las 6pm. Algunas personas optan por asistir a ambas, otros optan por ir solo a una por cuestiones de tiempo. Hay también quienes asisten ocasionalmente y siempre son bienvenidos, como también siempre son bienvenidos quienes llegan por vez primera.

 

Así que cuando me pregunto ¿Por qué integrarme a una Célula? Inmediatamente pienso: ¡Porque necesito compartir mi fe en comunidad! No somos creyentes aislados ni pretendemos asistir al culto dominical y desligarnos de nuestra fe durante la semana. A menudo tenemos necesidad de que alguien nos escuche, de relacionarnos con otros más allá del trabajo o el mero ocio. ¡Necesitamos buena compañía! Necesitamos rodearnos de personas creyentes con quienes crecer mutuamente. Jesús dijo que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será concedido por mi Padre que está en los cielos, porque donde dos o más se reúnen en mi nombre, allí en medio de ellos estoy yo (Mateo 18: 19-20). Por ello las Células son el lugar adecuado para hacer comunidad con otras personas y evitar vivir una fe individualista.

Si estás interesado en acompañarnos puedes escribirnos a nuestro Facebook, o directamente a: [email protected],  y te indicaremos las direcciones donde puedas escoger una cercana a ti.

 

¡Si necesitas la compañía de hermanas y hermanos que te acompañen en tu camino de fe no dudes en integrarte a una célula!

 

 

– Gustavo Martínez S., Vicario.

 

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